Ya cuando culminábamos la conferencia de Weekend to Remember® (Un Fin de Semana para Recordar), uno de los esposos me dio una carta. Fue un resumen de la desesperación que muchas parejas sienten al ver como poco a poco se van aislando a través de los años del matrimonio:
“Tanto mi esposa como yo somos cristianos desde hace muchos años. Pero a pesar de la cantidad de conocimiento sobre el matrimonio, llegamos a la conferencia con muchas heridas profundas emocionales y espirituales. El Señor nos ha bendecido grandemente de forma individual, pero no hemos crecido como pareja espiritualmente. Hemos leído libros sobre el matrimonio, hemos atendido otras conferencias matrimoniales y hemos visitados varios consejeros cristianos sin ningún resultado duradero.”
Sin embargo, en esta conferencia, el esposo descubrió algo bien profundo: el Señor tiene un plan que ofrece esperanza en el matrimonio. Él encontró la esperanza que viene cuando esposo y esposa se comprometen a construir su matrimonio de una misma fundación divina. No importa cuán lejos hayan viajado por la vía del aislamiento, todavía pueden comenzar a viajar por la vía que los lleva hacia “la Unión Matrimonial.” Como dijo al final de su carta, “Nos vamos con la esperanza que Cristo renovó nuestra relación.”
La Unión Matrimonial es un esposo y una esposa quienes construyen a mano la intimidad, la confianza y la comprensión del uno al otro. Es una pareja que va cincelando una dirección, un propósito y un plan común para sus vidas. La Unión Matrimonial es un proceso para toda la vida que requiere el que dependamos de Dios y forjemos una relación duradera según Su diseño. Es mucho más que una simple mezcla de dos seres humanos – es una fusión del cuerpo, alma y espíritu.
Hay tres componentes fundamentales de La Unidad Matrimonial. el rey Salomón hablo sobre el mortero de la fusión matrimonial en Proverbios 24:3-4: “Con sabiduría se edificará la casa, Y con prudencia se afirmará; Y con ciencia se llenarán las cámaras De todo bien preciado y agradable.”
La Unión Matrimonial necesita sabiduría. La sabiduría es habilidad en la vida diaria. Significa que respondemos a las diferentes circunstancias de acuerdo al diseño de Dios. Un constructor del hogar sabio reconoce a Dios como el arquitecto y constructor de los matrimonios. A medida que le pedimos a Dios por sabiduría y escudriñamos las Escrituras, Él suministra la habilidad para edificar nuestros hogares.
El rey David advierte, “Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican” (Salmo 127:1). Para muchos el arquitecto y constructor de su matrimonio es “ellos mismos” – no hay duda que por esto hay tantos fracasos matrimoniales.
La Unión Matrimonial necesita comprensión. La comprensión significa el responder a las circunstancias de la vida con intuición–una perspectiva que ve la vida a través de los ojos de Dios. Comprender a su pareja desde la perspectiva de Dios tiene como resultado la aceptación de sus diferencias y el comienzo de aprender como Dios utiliza a su pareja para complementarlo a usted. La comprensión produce compasión para su pareja. Le dará intuición para dirigir sabiamente o para seguir prudentemente.
Una linda pareja que conocí recientemente compartió conmigo que finalmente entendieron como sus diferencias complementaban el uno al otro. El esposo me dijo: “Mi esposa es una abogada acusatoria. Yo sentía que de 8 a 5 ella acusaba a otros y de 5 a 8 me acusaba a mí.”
“En el año y medio que llevamos de casados, me he dado cuenta que ella es una mujer bien fuerte. Yo esperaba que quizás con mi perseverancia lograría hacerla cambiar. Pero finalmente he comprendido que yo no tengo que competir con ella. Yo puedo dejarla ser como ella es y no sentirme inseguro de quien yo soy.”
La Unión Matrimonial necesita conocimiento. Hoy en día somos una cultura de información. Adoramos la información. Pero la información sin la aplicación es una deidad vacía.
Lo que mucho de nosotros necesitamos para luego aplicar a nuestro matrimonio lo que hemos aprendido es responsabilidad. Necesitamos a alguien que logre romper las barreras que nosotros mismos construimos, como nuestra soledad y nos pregunte si estamos aplicando en nuestro matrimonio lo que estamos aprendiendo.
El aislamiento puede ser combatido. Puede ser curado si esta dispuesto a tomar las decisiones correctas y luego a poner el esfuerzo necesario para edificar la unión y la intimidad de los dos para toda la vida. Como lo dijo el escritor Brian Moorehead, “El amor no es un acto, es toda una vida. Es quedarse con ella ahora porque te necesita. Es el saber que tu y ella todavía se preocupan el uno por el otro cuando el sexo y los sueños, las peleas y los futuros están todos en el estante y acabados…Es cuando tu tienes 75 años y ella 71, los dos escuchando los pasos de cada uno al otro lado del cuarto, cada uno con el temor de que de pronto haya un silencio, un llanto repentino que pueda significar de que toda una vida juntos llegue a su fin”.
La Unión Matrimonial conoce este tipo de amor–el tipo de amor que dura hasta que la muerte los separe.
Adaptado con permiso de Staying Close (manteniéndonos cerca), © 1989 por Dennis Rainey, Word Publishing.